Este número especial de Quistioni está dedicado a los debates del Partido de la Izquierda Europea (Pie) de cara a las elecciones europeas. La parte principal consta de 9 documentos elaborados por Grupos de Trabajo del Pie, a los que llamamos “grupos temáticos”, y constituyen la base para la redacción de un manifiesto electoral del Partido de la Izquierda Europea.
Este manifiesto se presentará al público en febrero.
Los documentos de trabajo son el resultado de un proceso de trabajo colectivo, complementado con un artículo de Cornelia Hildebrandt, copresidenta de la red transform! europe, el centro de estudio asociado al Partido de la Izquierda Europea. En este artículo, Hildebrandt esboza las líneas políticas de conflicto ante las elecciones europeas, basándose en los datos del Eurobarómetro.
El Presidente del Pie, Walter Baier, resume las condiciones políticas en las que el Partido de la Izquierda Europea prepara su campaña electoral.
Además del documento sobre la transformación ecológica, No cambies el clima, cambia el sistema, Fréderic Boccara, economista francés y miembro del Comité Ejecutivo del Pie, aborda en su artículo la economía política de la transformación ecológica y social.
Reiner Unterreiner, presidente de la Campaña por el Desarme Nuclear en el Reino Unido, contribuye con un artículo sobre la Política Europea de Seguridad.
Roland Kulke, representante de transform! europe en Bruselas y facilitador del Grupo de Trabajo sobre “Transformación productiva”, informa de un foro sobre tecnologías digitales en el estado indio de Kerala, gobernado por los comunistas, para dar un impulso al debate en el EL.
Como es bastante evidente, este tema sale a la luz en un momento muy crítico, en el que cada vez está más claro que estamos viviendo los primeros fuegos de una posible tercera guerra mundial. Esta tendencia subyacente a la guerra, con la Otan como principal fuerza motriz, está fuertemente entrelazada con la crisis de los equilibrios mundiales y el intento occidental de contrarrestar cualquier cambio.
De hecho, en las últimas décadas, la globalización neoliberal ha ampliado las relaciones sociales capitalistas a escala mundial y -dialécticamente- ha creado las condiciones para un mayor equilibrio económico entre las distintas zonas del mundo, poniendo en entredicho la posición privilegiada de los países occidentales y, en particular, de los Estados Unidos.
Ante este riesgo, la administración Trump inició una desglobalización destinada a restablecer las relaciones de poder preexistentes. En el contexto de la guerra de Ucrania, la administración Biden amplió enormemente el sistema de sanciones y Rusia -objetivo de las sanciones- comenzó a experimentar formas de comercio internacional alternativas a las gestionadas a través del circuito del dólar.
Del mismo modo, el fenómeno de los Brics, en el que participan las principales potencias económicas no occidentales y los principales países productores de petróleo de Oriente Medio, se ha desarrollado enormemente y está provocando un cambio en los equilibrios y las líneas de fractura del mundo. En los Brics es significativa la tendencia al uso de monedas alternativas al dólar, lo que aumenta la posibilidad de que este último pierda su posición altamente ventajosa como moneda de reserva y de comercio mundial.
En este contexto, las sanciones económicas y la ruptura de todas las relaciones económicas entre Europa y Rusia han penalizado fuertemente a la economía europea y, en particular, a la alemana, que había basado uno de los elementos de su competitividad económica en el suministro de materias primas baratas. Europa se encuentra así debilitada, privada de un centro de gobierno fuerte, más dividida que en el pasado y más supeditada a la voluntad de Estados Unidos.
Nuestra elaboración, por tanto, gira en torno a un punto central: ¿cómo trabajar para construir otra Europa que sea factor de justicia y paz en su interior y en un mundo que queremos multipolar? Esto es lo que tratamos en este número de la revista, y volveremos sobre ello en los próximos números.
Paolo Ferrero es director de Quistioni. Fue Secretario Nacional del Partito della Rifondazione Comunista, Italia, y Ministro de Asuntos Sociales en el segundo Gobierno Prodi.