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El futuro de Europa está en juego

Europa todavía está en el shock de la pandemia de Covid-19. La pandemia determina en gran medida nuestras condiciones de trabajo y de vida. Los efectos económicos y sociales de la crisis provocada por el coronavirus son dramáticos y afectan sobre todo a los pobres y a las personas que trabajan y viven en condiciones precarias. Las estadísticas no muestran la dimensión real de los problemas, porque las medidas de emergencia, como la reducción de la jornada laboral, amortiguan los efectos de la pandemia. El desempleo aumentará considerablemente y la pobreza también. Y en esta situación aumentan las desigualdades sociales. Según un reciente estudio de Oxfam, existe una enorme brecha entre los pobres y los ricos. 

Los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres. El Partido de la Izquierda Europea (PIE) ha desarrollado tempranamente una plataforma sobre el tema “cómo salir de la crisis socialmente”. Se han solicitado actividades integrales en cinco áreas: protección de la población, reconstrucción económica y transformación socio-ecológica, defensa de la democracia, paz y desarme, solidaridad internacional. (“La crisis de la corona y las consecuencias para la política europea”) 

En la situación actual de aislamiento en toda Europa, lo primero que hay que hacer es proteger a la población. El PIE apoya firmemente la Iniciativa Ciudadana Europea “Right2Cure”, para el acceso gratuito y universal a las vacunas y para hacer de la vacuna un bien común. Ha de mejorarse la capacidad operativa de los sistemas sanitarios. Como El exigimos la creación de un Fondo Europeo de Salud financiado por el BCE. Y lanzamos una campaña bajo el lema “Proteger a la población, no al sistema”. Hay que proteger a la población, social y económicamente. Necesitamos un plan de rescate para los trabajadores y sus familias. En caso de pérdida de ingresos, se necesita una compensación económica.

Necesitamos un cambio fundamental en la política europea. En la crisis se hizo evidente que la política neoliberal predominante no es capaz de abordar la crisis de manera adecuada. Por lo tanto, hay que abandonar algunos elementos esenciales de la política de austeridad europea. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento debe ser suspendido. El Recovery Fund “Next Generation”, adoptado por la Comisión Europea y los Gobiernos después de una larga y controvertida negociación, representa un cambio notable de la política financiera europea al dar por primera vez dinero en forma de subvenciones y no sólo de créditos a los Estados. Pero está bastante claro que la Comisión Europea y la mayoría de los gobiernos europeos quieren volver a la anterior política de austeridad neoliberal cuando la crisis haya terminado. Es tarea de la izquierda hacer permanentes los cambios que se han hecho para combatir la crisis. Estos cambios deberán tomarse como punto de partida para un cambio radical de la política europea. Hay que abolir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y no sólo suspenderlo. Y hay que evitar que el Recovery Fund esté vinculado al Semestre Europeo y que los medios financieros para los distintos países estén sujetos a condiciones restrictivas. El efecto del Fondo de Recuperación depende de cómo se aplique. Hay debates controvertidos, como podemos ver por ejemplo en Italia. El objetivo de ese Fondo no es sólo atender las necesidades sociales, sino también servir de apoyo a la transformación ecológica y a la digitalización. 

Un elemento central de la futura política europea es el Green New Deal. La Comisión Europea está haciendo campaña a favor de un “European Green Deal”. El objetivo es que la UE sea climáticamente neutra en 2050. Los principales elementos son las inversiones en tecnologías respetuosas con el medio ambiente, la descarbonización del sector energético, la eficiencia energética de los edificios, un transporte privado y público más limpio y saludable. La cuestión, sin embargo, es si el Green Deal europeo, tal y como lo propone la Comisión Europea, se adhiere al dogma neoliberal, lo cual es de temer. Y el concepto de la Comisión es ciertamente insuficiente en términos de objetivo y alcance, pero no obstante merece la pena tratarlo. La Izquierda Europea participa en el debate sobre el New Deal verde y quiere desempeñar un papel importante en la elaboración de un concepto integral propio orientado al bienestar. 

Necesitamos inversiones públicas en infraestructuras, servicios sociales como la salud, la vivienda social, la educación y la cultura. Es necesaria una transición ecológica de la industria. Pero también es preciso proteger a los trabajadores y empleados afectados por este proceso. Para la izquierda, la conexión entre las exigencias ecológicas y las necesidades sociales es crucial. La “Transición Justa”, promovida por el Ituc, es un concepto para combinar la transición ecológica con la protección social. El concepto de izquierda de un New Deal ecológico debe ir de la mano de la ampliación de los derechos de los trabajadores. Pero no sólo deben reforzarse los derechos de los trabajadores, sino que los propios trabajadores deben ser incluidos directamente en una nueva política industrial. Un Green New Deal de izquierda debe combinarse con la democracia económica. 

Actualmente se está preparando una “Conferencia sobre el futuro de Europa”. El objetivo de la conferencia es reunir a los políticos, la sociedad civil y los ciudadanos para repensar el proceso de integración y examinar cómo debe remodelarse la UE a la luz de la crisis actual y de los inmensos desafíos como el cambio climático. El inicio de la Conferencia, inicialmente previsto para mayo de 2020, se pospuso debido a la pandemia, y ahora está previsto para mayo de 2021. Debería comenzar con una Declaración Conjunta, en la que están trabajando las instituciones europeas y el Consejo de la UE. Esta conferencia debería ser aprovechada también por el EL para presentar su visión del futuro de Europa. Es una oportunidad para discutir qué consecuencias hay que sacar de la crisis.

Es muy importante cómo se organizará la conferencia. Debe ser una conferencia amplia y abierta, en la que participen en particular los representantes de la sociedad civil, como las ONG y los sindicatos. Coincidimos con la Confederación Europea de Sindicatos (Etuc o Ces) en que la “Europa Social” debe estar en el centro de la conferencia. Es necesario que el Pilar de los Derechos Sociales, adoptado por la Comisión Europea, se transforme en derechos sociales vinculantes en forma de “Protocolo Social” como parte de los Tratados Europeos. Y, por supuesto, los propios Tratados y la forma de modificarlos para conseguir otra Europa tienen que ser objeto de debate. 

No cabe duda de que es necesario un amplio e intenso debate sobre el futuro de Europa. El PIE participa en este debate. El European Forum, organizado por el PIE junto con otras fuerzas progresistas y ecologistas, es una plataforma para este debate a escala europea. Así ha sido también este año, con muchos paneles interesantes que abordan temas muy importantes como la lucha contra la creciente desigualdad social, la transformación socio-ecológica o una política de migración humana, incluyendo también asambleas de mujeres, sindicalistas y jóvenes. 

Queremos intensificar nuestros debates políticos. Nos encontramos en una profunda convulsión social que contiene amenazas, pero también oportunidades para otra política europea. Para una política europea más social, más democrática, más ecológica y más pacífica que debe ser asumida por la izquierda. La revista Quistioni pretende ser una plataforma para el necesario debate político, no limitándose al propio Izquierda Europea, sino implicando a otros políticos e intelectuales progresistas.  

Heinz Bierbaum es presidente del Partido de la Izquierda Europea. Es sociólogo y economista.